Cuántas guerras internas estas viviendo?
En estos tiempos en que la humanidad todavía se debate en guerras entre buenos y malos cabe hacerse la pregunta: Cuál es el real origen de estos conflictos? Ya he venido escribiendo en mis blogs anteriores sobre la importancia de asumir responsabilidad de absolutamente todo lo que pasa en nuestras vidas, y eso incluye todo lo que ocurre en el mundo en el que vivimos. Hoy no voy a hablar del origen politico, económico o social de tales guerras. Hoy quiero hablar de mi responsabilidad y de la tuya en estos conflictos externos. Carl G. Jung sugirió en una ocasión que “la acción más importante que un individuo puede emprender en nombre de la paz mundial no es ninguna iniciativa política en particular, sino la simple retirada de las proyecciones personales”. Los seres humanos siempre estamos proyectando en otros aquellas cosas que nos cuesta afrontar conscientemente. La proyección es un mecanismo inconsciente que la Psicología ha estudiado en profundidad. Sigmund Freud la definió como un mecanismo de defensa a menudo usado como una forma de evitar sentimientos reprimidos que son incomodos. Ralph W. Emerson dijo que “la gente no se da cuenta que su opinion acerca del mundo es también una confesión de su carácter”.
Partiendo de estos conceptos tiene mucho sentido pensar que si hay guerras o conflictos en el mundo en el que vivimos, estos seguramente siguen siendo la proyección de millones de personas que viven en conflicto interior. Y aquí entonces me puedo preguntar cuál es mi responsabilidad en estos conflictos? Cuántas guerras internas estoy viviendo? Tal vez estarás pensando, “pero yo no le hago daño a nadie”. Y yo te preguntaría: vives en paz contigo mismo? Eres lo suficientemente amoroso hacia ti mismo? O por el contrario, eres de aquellas personas que se juzgan constantemente, que se culpan por los errores cometidos y no los olvidan. Una de esas personas que no se perdonan por su pasado, por lo que hicieron o dejaron de hacer, y se pasan el día recordando los errores cometidos y avivando el fuego de la culpa. Algunas vez escuché al Psicólogo Enric Corbera decir que los humanos no nos imaginamos el bien que le hacemos a la humanidad cuando nos perdonamos; y esa frase me dejo pensando. Cuánta violencia podemos estar viviendo internamente sin que afuera se note. Por ejemplo, esa persona callada, que no se queja, que no le hace daño a nadie, y por el contrario, siempre esta tratando de complacer a los demás. Esta misma persona que ignora sus emociones y sus prioridades, que nunca se da su lugar; eso es violencia contra sí mismo. Violencia es también aguantar cosas que no quiero en mi vida; la mujer que permanece en una relación en la que su pareja la maltrata; quien es mas violento aquí? el marido que la maltrata, o ella que permite el maltrato y pasa por encima de su amor propio y del respeto por ella misma.
Así que si has estado pensando en cómo podrías ayudar a lograr la paz en la tierra, tal vez podrías comenzar con un poco de auto indagación, haciendo un análisis de tu salud emocional. Y tal vez, si te atreves, podrías perdonarte y darte la oportunidad de liberarte de tantos programas tóxicos que han estado envenenando tu mente. Al final, no tenemos que convertirnos en salvadores del mundo, con el solo hecho de que nos convirtamos en salvadores de nosotros mismos, ya habremos dado un pequeño paso para, tal vez algún día, conseguir que nuestro hogar llamado Tierra, se convierta en el lugar de paz que estoy segura, todos anhelamos en nuestros corazones. Al final del camino, somos una sola comunidad llamada humanidad.
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